El vuelo no es un vuelo habitual. Ni por la ruta que hará la aeronave ni por las características que llevará la operatoria que prevé que en ningún momento la tripulación descienda del avión. Y tampoco es un modelo de avión que habitualmente se dedique al transporte de cargas, con lo cual fue necesario reacondicionar el Airbus A330-200 para que en la cabina donde habitualmente transporta pasajeros, esta vez, regrese con la carga.

El objetivo es traer desde China un total de 13 toneladas de insumos críticos compuestos por material sanitario y de protección para las tareas de prevención contra el COVID-19 (entre los que se encontrarían unos 1.500 respiradores).

El vuelo saldrá esta tarde desde el aeropuerto de Ezeiza con destino a Auckland, donde realizarán una escala técnica para reaprovisionamiento de combustible. La operación demandará un total de 55hs aproximadamente y están previstas unas 6hs de trabajo en Shanghái para la estiba de la Carga.

Durante varios días se acondicionó el interior de la aeronave para reemplazar los asientos por redes y se incluyó además en parte de la bodega delantera, insumos que podrían ser necesarios para una reparación del avión, por lo que viajan también mecánicos, inspectores, despachantes y las tripulaciones necesarias para poder cumplimentar esas horas de vuelo. La ruta prevé pasar por Chile, Isla de Pascua, Fidji hasta llegar a Auckland. La elección de la ruta responde a la necesidad de contar con aeropuertos alternativos en caso de ser necesario un aterrizaje de emergencia, ya que este avión bimotor no reúne las características técnicas que tenían los que realizaban vuelos transpolares.

Cabe destacar que es la primera vez que Aerolíneas Argentinas realiza un vuelo hacia el continente asiático y teniendo en cuenta las distancias por cubrir así como también las características propias del avión a utilizar, es que se evaluaron todas las opciones para determinar la ruta a volar.

Finalmente, se decidió ir por el oeste, cruzando el Océano Pacífico, prácticamente en una línea recta sobre la Isla de Pascua y realizando una carga de combustible en el aeropuerto de Auckland, para luego continuar hacia Shanghái.

A su regreso, traerá carga en la bodega trasera, parte de la bodega delantera y en el interior donde se colocaron las redes.

La tripulación estará conformada por 17 personas entre pilotos, técnicos aeronáuticos, despachantes y personal operativo de Aerolíneas Argentinas, todo calculado de acuerdo a la cantidad de etapas del vuelo, las diferencias de huso horario y la necesidad de prever que en ningún momento desciendan del avión. En especial, la lupa está puesta en el regreso donde intentarán no tener que tocar tierra excepto en la escala de abastecimiento, para evitar posibles decomisos como le ha sucedido a vuelos de otras naciones, que perdieron su carga al hacer escala en países que adujeron falta de permisos de descenso para quedarse con los insumos médicos.

Además, de este modo, el personal no saldrá de la aeronave durante toda la operación cumpliendo con las normativas de aislamiento, por lo que deberán alimentarse y dormir dentro del avión, hasta su regreso a Buenos Aires.

"Se trata de un hecho inédito en la historia de la compañía. Quiero felicitar a todos los profesionales de la empresa por el trabajo realizado para habilitar, acondicionar y preparar estos vuelos especiales puestos al servicio de todos los argentinos", expresó Pablo Ceriani, presidente de Aerolíneas Argentinas.

Este vuelo -que será el primero de otros a confirmar- se suma a las 48 operaciones especiales que ha programado Aerolíneas Argentinas y que desde el 18 de marzo han permitido el regreso al país de más de 16.000 argentinos con vuelos desde Miami, Madrid, Punta Cana, Cancún, Bogotá, Quito, San Salvador de Bahía, Rio de Janeiro, San Pablo, Porto Seguro y Florianópolis.

Hasta el momento no hubo ningún vuelo argentino destinado a traer carga de insumos médicos provenientes de China. El material que se recibió hasta ahora fue enviado por el país asiático en otros aviones.

La tripulación que realizará este vuelo sin precedentes estará compuesta por cuatro Capitanes: Eduardo Jotrge Ravera, Pablo Biró, Juan Pablo Mazzieri y Fernando Carrea y ocho primeros oficiales: Miguel Ángel Dimoulas, Víctor Antonio Saavedra, Eduardo García, Guillermo Masnata, Nicholas Daich, Guillermo Granara, Víctor Javier Mantello y José María Aguer.
También serán parte de la tripulación, cuatro encargados de mantenimiento, dos despachantes operativos y dos especialistas en cargas; tres técnicos aeronáuticos (Gabriel Castelnuovo, Oscar Giordani y Mariano Torres), un inspector (José Ackerl) y una despachante de aeronaves, Analía Fronti.